Una nueva plataforma parar el desarrollo terapéutico
Imagine las
implicaciones profundas que tendría al ser capaces de manejar y controlar los
proceso de sanación. El conocimiento que estamos adquiriendo mediante las
ciencias nuevas pronto nos dará el poder de hacer esto. El estado actual de la
ciencia médica se basa en la búsqueda y exploración de moléculas y mensajeros
de proteínas que causan respuestas benéficas en el cuerpo. Son pocas las
ocasiones en que un investigador encuentra una molécula que pueda introducirse
en el cuerpo de manera segura y que también tenga un efecto benéfico para una
condición médica específica.
Es extremadamente
raro encontrar una molécula que tenga aplicaciones para un amplio rango de
condiciones médicas. La penicilina es un ejemplo de un hallazgo muy raro. Es
una sustancia que está diseñada para matar a un amplio rango de bacterias sin
causar efectos secundarios graves en el cuerpo. Este tipo de tecnologías
despliega una nueva “plataforma” sobre la cual se puede construir una gran
variedad de aplicaciones médicas. En el caso de la penicilina, se abrió todo un
nuevo campo de “medicinas milagrosas” y se obtuvieron muchas grandes ventajas
contra muchos tipos de enfermedades infecciosas.
La ciencia joven de la regulación de señales
redox tiene el potencial de abrir un muy amplio fructífero campo de
posibilidades, en todas las áreas médicas y científico-nutricionales.
Representan caminos que no se habían explorado con anterioridad, donde las
familias de los mensajeros redox pueden ser usados, posiblemente junto con
otras moléculas mensajeras, para influir en una extensa gama de funciones
inmunológicas y de sanación en todas partes del cuerpo.
La naturaleza fundamental de las señales redox
Este campo emerge de las señales redox que
tiene que ver con mensajeros redox biológicos que son absolutamente
fundamentales para el proceso de sanación en todas las formas de vida
superiores. Si este campo puede ser explotado, entonces los beneficios serían
tantos y llegarían tan lejos como es posible imaginar. El estrés oxidativo (la acumulación
de oxidantes), por ejemplo, se manifiestan en casi todos los problemas de salud
conocidos. Comencemos con el cerebro: el daño cerebral causado por derrames o
heridas en la cabeza, el deterioro neurológico, los síntomas al dejar las
adicciones y el alcohol, las convulsiones y demás, todos están relacionados con
el estrés oxidativo y la muerte de células cerebrales que ello conlleva. El
daño en la piel, las infecciones, el envejecimiento y la degradación de los
tejidos, todos tienen su origen en el estrés oxidativo. El daño en los órganos,
los problemas digestivos, los problemas autoinmunes, las alergias, los
malestares de la nariz y garganta, los problemas cardiovasculares y los
crecimientos anormales están todos asociados a condiciones anormales de estrés
oxidativo. Y la lista sigue y sigue.
Aunque el potencial es innegable, el
desarrollo práctico de estas tecnologías de señales redox enfrenta muchos
obstáculos. Por su propia naturaleza, los mensajeros redox no encajan en el
modelo de desarrollo terapéutico tradicional. Son inestables, reactivos,
tóxicos (si están desequilibrados o contaminados) e implican una mezcla
equilibrada de varios tipos diferentes de moléculas reactivas. Estas
características hacen que sean difícil producirlos, empacarlos, transportarlos
e introducirlos al cuerpo. Dichos obstáculos no son insorteables; literalmente
cientos de investigadores en todo el mundo, están trabajando en ello. Algunos
de estos investigadores han logrado estabilizar el óxido nítrico (un componente
oxidante) con complejos moleculares que en el laboratorio han demostrado ser
estables por varios segundos, ser absorbibles y ser eficaces contra las células
de la leucemia.
Otro obstáculo es la toxicidad innata de
las moléculas reactivas individuales. Pero viéndolo bien, queda claro que la
mezcla nativa equilibrada de oxidantes y reductores que ya existen en grandes
cantidades en las células no es tóxica en cuanto se mantengan en balance
adecuado entre oxidantes y reductores. Dicho de otra manera, los componentes
pueden ser dañinos individualmente, pero cuando se combinan bien, hay enzimas
que pueden desdoblarlos y volverlos inofensivos. Éste no es un concepto nuevo.
Muchas de las plantas que usamos como alimentos contienen moléculas que serían
toxicas si estuvieran aisladas, pero cuando están íntimamente ligadas, en
combinación con el resto de las moléculas del alimento se vuelven inofensivas
incluso benéficas para la digestión. El cuerpo está diseñado para mantener los
alimentos naturales como entidades completas. Si tuviéramos que separar todas
las moléculas individuales de los alimentos que ingerimos y las consumiéramos
por separado, como pequeños montículos de polvo, es probable que enfermaríamos
de gravedad. Para evitar la toxicidad, lo mejor es imitar o utilizar la misma
mezcla equilibrada de moléculas que encontramos en la naturaleza.
El siguiente obstáculo lo ponen las
agencias reguladoras, pues los compuestos de las señales redox no encajan en
los modelos tradicionales de las sustancias terapéuticas reguladas. Se trata de
mezclas equilibradas de muchas moléculas reactivas, y proporcionan una base muy
amplia para la bioactividad dentro del cuerpo. No hay clasificación para ellos
y no hay una manera estándar de evaluarlos. Es como la sopa de pollo de mi
esposa. Es buenísima, puede curar el resfriado común, pero es casi imposible
aislar químicamente los componentes activos que la hacen funcionar. Y aunque se
pudiera aislar, probablemente serían más de diez los componentes activos que
trabajan de manera conjunta, para que funcione, y así como tal sería rechazada
del todo como agente terapéutico. Afortunadamente, en Estados Unidos todavía
puedo comprar sopa de pollo, siempre y cuando se venda como alimento, y no se le
publicite como la cura para el resfriado común.
Campos donde estas nuevas tecnologías tendrán un impacto mayor
El conocimiento que obtenemos con
nuestro quehacer científico, especialmente en el campo de la sanación, en algún
momento será utilizado para atender nuestras preocupaciones más apremiantes con
respecto a la salud. Este conocimiento está aumentando exponencialmente, y
ahora literalmente está explotando en el
mundo entero. Hemos hecho un mapa de todo el genoma humano y estamos
aprendiendo como funciona; este conocimiento recién está comenzando a dar
frutos en el campo de las nuevas aplicaciones médicas que se basan en
fundamentos científicos sólidos y que apenas están siendo probadas.
El nuevo conocimiento que se está
adquiriendo en la ciencia de los mecanismos de sanación tiene un potencial
positivo tremendo y por nuestro propio bien deberían ser desarrolladas más
temprano que tarde. La ciencia de la sanación tiene un amplio espectro de
aplicaciones prácticas en todos los campos de la ciencia médica. Examinemos
algunas de estas posibilidades.
En los Estados Unidos últimamente han
brotado una variedad de enfermedades infecciosas, como las causadas por el estafilococo
dorado resistente a la meticilina (MRSA) y por enterococo fecal resistente a la
vancomicina (VREF), entre otras, que son resistentes a nuestros mejores
antibióticos y que están proliferando en nuestros hospitales a un ritmo
inaceptable. Muchas personas están muriendo por infecciones en lugar de morir por las cirugías. Algunas
cepas de bacterias “comedoras de carne” son particularmente resistentes. Hay
muchas otras enfermedades infecciosas que nos han estado afectando (malaria,
hepatitis A-D, VIH-1, etc.) que aún deben de ser atacadas de manera exitosa. Es
ingenuo creer que todas esas infecciones pueden ser eliminadas con una
“panacea”, pero nuestro conocimiento sobre como el sistema inmunológico combate
contra estos “bichos”, nos da ventaja sobre todos ellos.
El sistema inmunológico cuenta con armas
imprescindibles que se utilizan para matar todos estos tipos de bichos. En
particular, la mezcla letal de oxidantes que utiliza es efectiva para destruir
todos estos patógenos, incluso los resistentes. En este proceso, el sistema
inmunológico utiliza los componentes oxidantes que son letales para los
microbios, pero que los tejidos sanos pueden tolerar.
Si se pudieran estabilizar fuera del
cuerpo, podrían ser usados como potentes antimicrobianos. No solo matarían a
los microbios, sino que también servirían para elevar las respuestas
inmunológicas de sanación naturales, propias del cuerpo, sin causar inflamación
excesiva y, posiblemente, reduciéndola.
Los componentes antimicrobianos
oxidantes no tóxicos podrían aplicarse de manera tópica en la piel y en los
tejidos expuestos en membranas mucosas sensibles en nariz, boca y ojos. Dichos
componentes también podrían utilizarse internamente como irrigación durante las
cirugías, ya que cierran de forma natural los vasos sanguíneos sangrantes y
controlan las infecciones. Si pudiera lograrse que se absorbieran en la sangre,
podríamos usarlos como agentes intravenosos; tal vez se podría echar mano de la
nanotecnología para que pudieran conservarse en la sangre. Si las formulas son
adecuadas, incluso podrían administrarse vía oral sin perturbar las bacterias
buenas que las enzimas en el cuerpo protegen de este tipo de componentes.
Hay una gran variedad de aplicaciones
para tales componentes antimicrobianos y muchas ventajas sobre los de tipo
tradicional.
Los mensajeros redox incluidos que
regulan la sanación tienen acceso a algunos de los botones genéticos que
incrementan la reparación del ADN, fortalecen las comunicaciones
intercelulares, incrementan y mejoran las acciones antioxidantes, ayudan a la
limpieza de las células muertas o disfuncionales y, por lo tanto, fortalecen y
aceleran el proceso de sanación. Todas estas cosas son ventajosas en el proceso
de sanación.
Además de acelerar la sanación,
incrementa la cantidad de ciertos tipos de estos mensajeros ayuda a fortalecer
las señales que el sistema inmunológico necesita para funcionar bien. Esta
acción es especialmente útil si el sistema inmunológico no está respondiendo de
manera correcta. Los mensajeros redox tienen la ventaja de que ayudan a las
células a incrementar la recepción de ciertos mensajeros de señales que ya
están siendo enviados, así como aumentar los procesos de emisión de señales
relacionados con la sanación. Esto ayuda al sistema inmunológico a responder de
manera más acertada.
Los desórdenes autoinmunes surgen cuando
el sistema inmunológico comienza a atacar por error a las células amigables, o
cuando responde débilmente a las amenazas reales. Casi todos estos desordenes
se producen porque las señales que el sistema inmunológico necesita para
funcionar correctamente son demasiado débiles y porque los receptores de estas
señales no las reciben de manera adecuada. Incrementar la intensidad y la
recepción adecuadas de estas señales pueden entonces servir para “normalizar”
la respuesta inmunitaria, ayudándole a responder más rápido cuando sea
necesario y a reconocer mejor a las células amigables cuando no son necesarias.
Los desórdenes autoinmunes por lo general son la causa de males degenerativos
dolorosos en los que el sistema
inmunológico ataca a las articulaciones y a los tejidos conectivos, o estos no
están adecuadamente protegidos contra las infecciones.
Se puede ver al estrés oxidativo como un
amigo o como un enemigo. Se acumula en las células dañadas, les ayuda a
reconocer el daño y, por lo tanto, a autoaniquilarse. Esto es positivo en la
mayoría de los casos. Algunas veces el estrés oxidativo puede causar la muerte
prematura de células no dañadas que entran en estrés cuando se exponen a toxinas
externas o a la falta de oxígeno. Esto agrava los problemas en algunas de las
células, como las nerviosas, que son remplazadas prontamente después de que
mueren. Por ejemplo, después de un derrame o una herida en la cabeza, la
mayoría de las células cerebrales no mueren, por falta de oxígeno, mueren del
estrés oxidativo mientras que esperan que el riego sanguíneo sea restaurado. El
estrés oxidativo también causa que las células cerebrales mueran por toxinas,
tales como las drogas o el alcohol, o los desórdenes cerebrales degenerativos.
El estrés oxidativo en el cerebro también puede disparar convulsiones y agravar
los síntomas de las resacas y de la abstinencia al dejar las adicciones. De
hecho, el estrés oxidativo forma parte de casi cualquier enfermedad, ya sea que
se encuentre en el cerebro o en cualquier otro órgano importante.
Es posible prevenir que el estrés
oxidativo cause un daño prematuro a los tejidos de los órganos si se aumenta la
concentración y la eficiencia de los antioxidantes naturales, que son
producidos y que residen dentro de las células, protegiendo así el interior de
las células del daño oxidativo. Estos tipos de antioxidantes no pueden
encontrarse en los alimentos o suplementos alimenticios (muchos suplementos
solo se quedan en la sangre). Los antioxidantes propios del cuerpo deben ser
producidos dentro de las mismas células. Por lo tanto, la única manera de
incrementar su actividad es introducir en el cuerpo mensajeros que den la señal
para su producción o para que se incremente la cantidad de reductores que estos
antioxidantes necesitan para funcionar.
Ambas mejoras son accesibles para los
mensajeros redox inducidos. La reducción del estrés oxidativo inducido está al
alcance de ciertos componentes de señales redox que ya han demostrado en el
laboratorio que mejoran enormemente la actividad de los antioxidantes de origen
y que solicitan incrementar la producción dentro de las células vivientes.
La función benéfica del estrés oxidativo
consiste en ayudar al cuerpo a identificar a las células dañadas o
disfuncionales. De vez en cuando, las células disfuncionales se escabullirán
del radar si su daño interno no es lo suficientemente grande como para disparar
una respuesta. Si todo está “sin novedades en el frente”, entonces estas células
disfuncionales permanecerán sin ser detectadas y a la larga se dividirán y
producirán dos células disfuncionales. Con el paso del tiempo las células
disfuncionales continuaran dividiéndose y los tejidos con daños marginales se
extenderán. Las “manchas de la edad”, los lunares y la piel flácida son
manifestaciones visibles de este fenómeno. En ocasiones, se presentan
malestares más graves que causan que las tasa de crecimiento del tejido dañado
se incremente; a esto se le llama “crecimiento neoplásico” y puede provocar
disfunciones más graves en el tejido. Los tejidos degradados también son la
causa de algunos de los signos visibles del envejecimiento más comunes.
Una vez más, los mensajeros inducidos
tienen una ventaja al ayudar al cuerpo a detectar y a eliminar las células
disfuncionales. Los mismos mensajeros que aceleran la sanación al incrementar
la intensidad de las señales entre las células también pueden ayudar a las
células sanas a identificar mejor las señales débiles de las células disfuncionales.
Las células sanas pueden entonces responder a estas señales y evitar a los
mensajeros necesarios para eliminar las células disfuncionales y, con suerte,
remplazarlas con células sanas. Si se puede hallar un mensajero redox estable,
de igual forma que podría acelerar la sanación, podría ser administrado
sistemáticamente y contribuiría a la detección y eliminación de las células
disfuncionales en todo el cuerpo.
La salud cardiovascular también está en
la mira de estas nuevas tecnologías. El funcionamiento vascular eficiente y la
regeneración dependen en gran medida de los procesos de señalización redox. Las
células de los músculos lisos que constriñen y contraen las venas son
estimuladas por ciertos mensajeros redox. El crecimiento de nuevas venas
capilares que proporcionen un suministro más eficiente de oxígeno a los tejidos
también está bajo el control de los mensajeros redox. Incluso los mensajes que
afectan la “adhesión” de las células inmunitarias a las paredes celulares,
permitiéndoles filtrarse al exterior de las venas, están bajo su control. Las
placas en las arterias son causadas por una sobre producción de estas células
inmunitarias que pasan a través de las capas de la pared arterial. Los estados
de oxidación redox del colesterol y los ácidos grasos en la sangre tienen una
fuerte influencia en este proceso. La degeneración de la capa de musculo liso
(y otras más) en las venas provocan que se inflamen y se abomben hacia fuera
con la presión sanguínea.
Se han llevado a cabo muchas
investigaciones, pero aún queda mucho por hacer en lo que se refiere a la
reacción de los tejidos vasculares ante ciertas variedades de mensajeros redox
(como los oxidantes y reductores). De nuevo, una mezcla estable de señales
redox equilibradas que sobrevivieran en la sangre, incrementara la intensidad
de las señales intercelulares y estimulara la sanación sería muy positiva
–especialmente para ayudar a sanar las capas dañadas de las paredes de las
venas y para estimular el crecimiento de capilares nuevos para los tejidos con
insuficiencia de oxígeno. Es interesante saber que las mezclas que harían que
los recubrimientos de las venas fueran menos pegajosos para las células inmunitarias
y otros tipos de células dentro de las venas, también podrían ser benéficas y
podrían desacelerar enormemente el crecimiento de las placas y coágulos dentro
de las venas. Todas estas son verdaderas áreas de oportunidad para futuras
investigaciones serias.
Es claro que las aplicaciones de los
mensajeros de las señales redox que acabamos de enumerar apuntando sólo algunos
de los posibles beneficios positivos para la salud, prometen avances
significativos para el cuidado de la salud en el futuro. Hay muchas otras
aplicaciones en todas las áreas de la medicina que aún necesitan explorarse.
Los beneficios que prometen son tan amplios y su alcance es tal, que son
difíciles de ignorar. Departamentos completos en las universidades, miles de
investigadores, cientos de proyectos y artículos de investigación, libros y
varias conferencias ahora se están enfocando en la regulación redox dentro del
cuerpo. De hecho, la teoría dominante para explicar cómo envejecemos y morimos
ahora está basada en los efectos de la difusión de las ineficiencias celulares
que provocan una sobreproducción gradual de oxidantes en nuestro cuerpo; eso es
lo que nos precipita hacia nuestro fin. Las implicaciones son inquietantes.
Porque debemos considerar la investigación de estas opciones
A partir de todas estas investigaciones
hemos descubierto que las señales redox son fundamentales para todos los seres
vivos, desde los organismos más primitivos hasta los más avanzados. Regulan los
procesos que permiten a la sanarse, defenderse y conducirse en ambientes
adversos. Tienen que ver con la solución a los misterios de la vida misma. Se
merecen nuestra atención y continuarán recibiéndola durante muchos años. Quizá
hasta puedan explicarse cómo es que envejecemos y morimos. Es así como la
naturaleza quiso que fuera.
A pesar de las promesas de avances
mayores y de que gran parte de la población se está enfrentando a enfermedades
debilitantes, el desarrollo de las aplicaciones médicas que aprovechan estos
campos del conocimiento ha sido relativamente lento. Para introducir un nuevo
medicamento al mercado, en los Estados Unidos se necesitan por lo menos 10 años
de investigación y literalmente cientos de millones de dólares que por lo
general se obtienen de los financiamientos privados de alto riesgo. Los
fármacos potenciales que no encajan en las categorías tradicionales son rechazados
con prontitud, sin importar la solides de sus fundamentos científicos. Esto
pinta un panorama más bien sombrío para el desarrollo de las tecnologías de
señales redox, y de muchas otras que no encajan en el ciclo tradicional para el
desarrollo de medicamentos.
Fuente: Libro “La Ciencia de la Sanación
Revelada” Nuevos Descubrimientos de las Señales Redox. Pag. 53-61 Autor: Gary
L. Samuelson, Doctor en Física Médica y Atómica por la Universidad de Utah.
Padezco Acalacia tipo 2 me podria Asea ayudar con mi padecimiento???
ResponderBorrarPadezco de colitis ulcerosa me puede ayudar ASEA a corregir este terrible situación?
ResponderBorrar¿Es igual de eficaz asea tomada de forma oral, o intravenosa? la he tomado de forma intravenosa y creo es mas eficaz,pero me da miedo obstruya mi catéter,de diálisis.
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